Carlos Calleja, coordinador general de Eurotaller: "Me gusta correr y espero no dejar de hacerlo en mucho tiempo"

Carlos Calleja, coordinador general de Eurotaller, red de talleres multimarca promovida por Group Auto Union España (GAUE), es, por convencimiento, un devoto del atletismo popular. Consciente de lo importante que es el correcto mantenimiento del automóvil, no ha dudado en sudar la camiseta en numerosas ocasiones en defensa de valores como la libre elección del taller, el multimarquismo o la seguridad vial. La Carrera del taller Ponte a punto no iba a ser una excepción. Después de haber completado los 10 kilómetros de la prueba, Calleja nos habla de lo que le mueve a calzarse las deportivas y salir a correr cada día con ilusión del primer día. 


Casi siempre que salgo a correr, lo primero que me viene a la cabeza, sobre todo cuando las fuerzas empiezan a flaquear, es ¿Cómo he acabado yo en esto? ¿En qué momento empecé con esta locura? Y la verdad es que lo único que tengo claro es que empecé, como en tantas ocasiones, por cabezonería.

Como supongo que para otros muchos otros madrileños, este virus comenzó en una San Silvestre Vallecana hace ya bastantes años y con una absurda apuesta con mi amigo Pablo. De esas de "pues si tú te apuntas, yo me apunto contigo". Y así, año tras año, hasta que una vez se apuntó... y hubo que correr, claro. O bueno, más que correr, arrastrarse durante 10 kilómetros. Desde ese momento, y hasta hoy, no he dejado de arrastrarme por calles, pistas y carreteras.

¿Por qué lo hago? Pues la verdad es que me resulta muy difícil de explicar, y mucho más aún de entender. Porque cuando salgo, es el único momento del día para liberar la mente y no pensar en nada. O tal vez porque cuando salgo es precisamente el momento mas lúcido para pensar y tomar alguna decisión.

Porque corriendo acabo sintiéndome en forma y eso me hace sentirme bien, o tal vez porque me siento tan hecho polvo cuando vuelvo que la gozada es recuperarse.

Porque me gusta el poder marcarme continuamente retos y sentir que soy capaz de superarlos. O tal vez por lo divertidas que resultan las mismas excusas que todos los corredores ponemos cuando no las superamos las metas que nos marcamos.

Porque me encanta sentirme solo conmigo mismo corriendo. O tal vez porque me siento parte de una enorme fiesta cuando corro una popular.

Porque me gusta el sentimiento de hermanamiento cuando te cruzas y saludas a otro corredor por las calles de Madrid a las 5:30 de la mañana (me temo que en parte es porque somos los únicos piraos que pasamos por allí a esas horas) o porque eso me permite seguir considerando que conservo ese puntito de locura, y eso también me gusta.

Porque triunfo en todas las carreras que corro aunque llegue en el pelotón de cola, y porque en mi interior triunfo todavía más cada vez que cualquiera de mis hijos me dice "Papá, ¿salimos a correr al parque?”

En fin, que no sé por qué corro. O lo sé demasiado bien. No sé si es filosofía o deporte, pero a mi me gusta y espero no dejar de arrastrarme por calles, pistas y carreteras en mucho tiempo.