Tener
el coche a punto es una cuestión vital para la seguridad, pero
también crucial para otros aspectos como el ahorro y el gasto de
combustible. Tampoco hay que olvidar que, además del factor técnico,
influye también, en gran medida, el factor humano. Y es que una
conducción adecuada reduce el riesgo de accidente y ayuda a mantener
el coche en buen estado.
Es
por ello que HELLA, como compañía responsable y colaboradora en la
Carrera del Taller, ha confeccionado un decálogo de consejos
prácticos para circular siempre en las mejores condiciones posibles:
Las luces son los ojos de tu coche...
1.
Toda la iluminación es importante
Todavía
hay quien únicamente revisa las luces delanteras, olvidándose de
las luces traseras, las de freno, las antiniebla, los equipos de
limpieza o las lámparas. Sin embargo, todos estos elementos tienen
su propia función a la hora de asegurar la visibilidad del vehículo
y, es más, están en desgaste continuo por la suciedad, las heladas,
la grava, etc.
Por
ello, no es extraño que un 35% de los conductores tenga alguno de
sus faros en mal estado, incluso en muchos casos sin ser conscientes
de ello. Esto no sólo es un peligro para el propio automovilista,
sino para todos los que circulamos por las carreteras: por eso
conviene que realicemos revisiones y mantenimientos periódicos de
los sistemas de iluminación.
2.
Atento al reglaje
Para
que un faro sea efectivo no sólo debe proyectar luz suficiente, sino
también hacerlo en la dirección adecuada. Y es que si el ángulo es
muy bajo la distancia de alumbrado también se reducirá, mientras
que si es muy alta podría deslumbrar a otros conductores.
3.
Mantener limpios los faros
Conducir
media hora por una carretera mojada y con suciedad reduce la
visibilidad de los faros. Para evitar esta situación tan peligrosa
-muy común en los meses de otoño e invierno- es aconsejable llevar
el vehículo al taller para que los profesionales aseguren al
automovilista una buena visibilidad.
4.
La luz, también de día
Todos
los coches que se venden hoy en día incluyen sistemas de iluminación
diurnos, cuyo uso ayuda a que tu coche sea bien visible en cualquier
momento del día, y especialmente en los momentos en que la luz es
menos intensa. De hecho, se calcula que su uso podría reducir entre
un 3% y un 5% las víctimas mortales en carretera, y hasta un 12% los
accidentes por atropello... ¿a qué esperas entonces para
aprovecharlo?
Incluso
si tu coche no dispone de uno de estos sistemas, el simple hecho de
encender las luces de posición durante el día aumenta en casi un
10% la distancia a la que es percibida el automóvil, lo que implica
ser vistos 20 metros antes. Si tenemos en cuenta que nueve de cada
diez siniestros se deben a un fallo humano -relacionado generalmente
con la falta de visibilidad-, las ventajas de esta acción saltan a
la vista.
Cuando estés en la carretera...
5.
Atento al cambio de marchas
Las
marchas superiores gastan menos combustible, por lo que siempre que
sea posible es aconsejable ir cambiando con rapidez.
6.
Mantén una velocidad constante
Una
vez que has alcanzado una velocidad adecuada conviene mantenerla de
forma constante a lo largo de todo el trayecto. Si evitas los
frenazos, especialmente en carretera, estarás minimizando en una
cuarta parte el riesgo de tener un accidente, además de ahorrar
buena cantidad de combustible.
7.
No cargues mucho el coche
Cuando
el coche lleva encima demasiado peso tiene que hacer un esfuerzo
adicional para desplazarse, lo que significa mayor gasto en
combustible. Siempre que sea posible, evita sobrecargar el coche...
¿realmente necesitas llevar esa maleta tan pesada? ¿merece la pena
llevar las bicis en la baca, que además rompen la aerodinámica del
coche?
Un buen clima para tu coche...
8.
Mantén en buen estado la refrigeración del coche
Para
que los sistemas de climatización y refrigeración funcionen
perfectamente deben ser revisados al menos una vez cada año y medio,
ya que un componente tan delicado requiere de cuidados, limpieza y
sustitución de ciertas piezas de forma periódica, como el circuito
de entrada del aire fresco, los conductos, el evaporador y los
filtros.
9.
No pongas el aire al máximo
Si
activas el sistema de climatización a la máxima potencia podría
generarse hielo en el circuito, lo que afecta negativamente a su
rendimiento. Así que ya sabes, intenta evitarlo siempre que sea
posible o a la larga notarás los efectos.
10.
Utiliza bien las ventanillas
Una
escena muy típica, especialmente en verano, es la de encontrarse con
el coche "ardiendo" tras pasar horas a pleno sol. Cuando
eso ocurre es aconsejable bajar las ventanillas durante los primeros
kilómetros para permitir que salga el aire caliente y facilitar así
el trabajo al sistema de climatización, ahorrando tanto tiempo como
energía.